Estos insectos poseen un sistema de visión completo, que les permite reconocer la forma, el color, la posición y los cambios en el entorno. A demás tienen una memoria que se desarrolla a medida que aprenden, lo que las hace especialmente hábiles para identificar las flores que necesitan visitar.
En la relación entre insectos y flores, la percepción de los colores es fundamental. Las abejas muestran una preferencia por tonalidades amarillas, violetas y azules, debido a su capacidad para percibir una gama de colores distinta a la de los humanos.